La lengua, en su diversidad y complejidad, es una de las expresiones fundamentales de la humanidad. Abarca una amplia gama de contextos sociales, culturales y lingüísticos, desempeñando un papel crucial en la identidad, la comunicación y la transmisión del conocimiento.
Desde las lenguas vernáculas arraigadas en comunidades locales hasta las lenguas estándar utilizadas en los medios de comunicación, su variedad y significado son intrínsecos a la condición humana.
La lengua esta constituida por un sistema de signos orales o escritos los cuales utilizamos cuando necesitamos comunicarnos con otras personas. Conformado por un conjunto de signos lingüísticos, los cuales se manifiestan de manera escrita, oral o gestual.
Es considerado un sinónimo de los tipos de idioma que conocemos, ya sea ingles español, francés mandarín, portugués, entre otros. Cada una posee su propio sistema de normas y gramáticas. Siendo de acceso público para todos los parlantes de ese idioma. Formando parte del patrimonio intangible de una sociedad en común.
¿Cuáles son las características de la lengua?
La lengua, como medio principal de comunicación, presenta varias características que la distinguen. Las principales características son:
Arbitrariedad: La relación entre las palabras y los objetos o ideas que representan es arbitraria, lo que significa que no hay una conexión intrínseca entre la palabra y el concepto que representa. Por ejemplo, en diferentes idiomas la palabra para “perro” es distinta, pero todas representan al mismo animal.
Simbolismo: Las palabras son símbolos que representan objetos, ideas o acciones. A través de ella, podemos comunicar conceptos abstractos y concretos utilizando un sistema simbólico compartido.
Cultural: Es una parte integral de la cultura de una sociedad. Refleja las tradiciones, valores, y formas de pensamiento de un grupo de personas. A través de la lengua, se transmiten conocimientos, creencias y costumbres.
Sistematicidad: Sigue reglas y patrones sistemáticos que permiten construir significados de manera coherente. Estas reglas incluyen la gramática, la sintaxis, la fonología, entre otros aspectos lingüísticos.
Creatividad: Los hablantes pueden combinar palabras de manera ilimitada para crear nuevas expresiones y significados. Esta capacidad creativa es fundamental para la evolución y adaptabilidad de la lengua a lo largo del tiempo.
Diversidad: Existen miles de lenguas en el mundo, cada una con sus propias características y estructuras únicas. La diversidad lingüística refleja la diversidad cultural y promueve la comprensión intercultural.
Cambio constante: Están en constante evolución y cambio debido a factores como la influencia de otras lenguas, el contacto cultural, el desarrollo tecnológico, entre otros.
Estándar: Forma tradicional y aceptada que se enseña en la escuela y se utiliza en los medios de comunicación.
Coloquial: Empleada en conversaciones informales y cotidianas, con modismos y un lenguaje más relajado.
Vernácula: Variedad del idioma hablada en una región o comunidad, arraigada en la cultura local.
Técnica o Especializada: Utilizada en ámbitos específicos como medicina, informática, derecho, etc., con vocabulario técnico relacionado.
Según el Contexto de Adquisición del Lenguaje:
Lengua Materna: Primer idioma aprendido desde la infancia en el entorno familiar, también conocido como lengua nativa o primera lengua.
Lengua Segunda: Idioma adquirido después de la lengua materna, con la que se adquieren habilidades lingüísticas de forma más tardía.
Lengua Extranjera: Un idioma aprendido en un contexto en el que no es la lengua principal del entorno.
Otros Tipos y Contextos Lingüísticos:
Literaria: Empleada en la escritura creativa, la poesía y la literatura, con un estilo más elaborado.
Lengua de Signos: Sistema de comunicación no verbal utilizado por personas sordas o con problemas de audición.
Lenguas Indígenas: Habladas por comunidades indígenas en diversas partes del mundo, a menudo en peligro de desaparición.
Lengua Muerta: Lenguas antiguas que ya no se hablan ni se utilizan en la comunicación cotidiana, pero con importante valor histórico, cultural y lingüístico.
Conclusión
La categorización de la lengua revela su dinamismo y adaptabilidad a través de diversos contextos y usos.
La distinción entre lenguas vivas y muertas, así como las múltiples dimensiones sociales y lingüísticas en las que se manifiesta, subraya su importancia en la preservación cultural, la transmisión del conocimiento y la interacción humana.
Comprender la variedad de tipos de lengua enriquece nuestra apreciación de la diversidad lingüística y su impacto en nuestras vidas.
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